martes, 4 de octubre de 2011

Inconvenientes de la industria papelera con el medio ambiente.


Una tonelada de papel exige dos toneladas de madera (unos 13 árboles), 100.000 litros de agua limpia y unos 7.600 kw de energía eléctrica.
A pesar de ello, enorme cantidad de papel usado, integrante de los residuos domiciliarios, se entierra o se quema.
Por ser un material degradable, el problema no reside en la contaminación sino en el agotamiento de los recursos forestales originado como consecuencia de prácticas de tala inadecuadas.
Esta situación muy lentamente se está modificando.
La comunidad europea en 1991, produjo 32 millones de toneladas de pasta celulósica virgen y 25 millones de toneladas de pasta reciclada.
Si el mundo reciclara la mitad del papel que consume, 40.000 kilómetros cuadrados de tierras sería liberados del cultivo de los árboles de crecimiento rápido que abastecen la industria del papel. Debido al alto consumo de papel en todo el planeta, los bosques y selvas están siendo destruídos para plantar eucaliptos utilizados para la producción del papel. Sin embargo, los eucaliptus absorben mucho agua de la tierra, afectando el equilibrio del suelo. Ello puede causar erosión y daños ecológicos, pues incontables especies de animales dejará de existir con el fin de los bosques. Además los árboles absorben gran cantidad del gas carbónico presente en la atmósfera: sin ellos ese gas permanecerís en el aire, constribuyendo al efecto invernadero.
En la Argentina desde hace años se recicla entre el 15 y 20% del papel con el objeto de obtener papeles de segunda categoría para envolturas y embalajes. En los últimos años se ha comenzado a elaborar un papel reciclado de mejor calidad que puede utilizarse para impresión y escritura.


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